Temporada 2015 en el centro de cría de La Olivilla
Para esta temporada reproductora se establecieron 7 parejas reproductoras en la Olivilla, suponiendo algunas de ellas grandes retos en el manejo de los ejemplares.
2015-09-17
Para esta temporada reproductora se establecieron 7 parejas reproductoras en la Olivilla, suponiendo algunas de ellas grandes retos en el manejo de los ejemplares:
Después de las peleas de la camada de Dama una de las hembras (M1), presentó una fractura abierta de húmero en la extremidad anterior derecha, no pudiendo tener la certeza de que el episodio estuviese relacionado con la pelea, ya que no se habían observado cojeras ni heridas durante la misma y los cachorros en ese momento ya mamaban y jugaban juntos. Se realizaron 3 intervenciones quirúrgicas con el fin de intentar salvar la extremidad; a pesar de conseguir continuidad en la estructura de la extremidad, la inervación de la misma estaba dañada y finalmente fue necesaria su amputación. Una vez cicatrizadas las heridas se trasladó a una instalación donde esta cachorra, retirada del resto de la camada que se entrena para reintroducción, se socializó con la cachorra de Espina a través de la malla y, tras observar interacciones muy positivas, se unió con ella el pasado 13 de agosto.
El 18 de junio murió repentinamente Barraca,hembra nacida en vida libre en 2005, capturada en “Dehesa de las Viñas” el 13 de diciembre de 2006. Tras confirmarse la pérdida de visión en el ojo derecho y ser enucleado, y una vez realizada su cuarentena en el CREA de Los Villares en Córdoba, ingresó en el programa de cría el 9 de febrero de 2007 trasladándose al CCLI La Olivilla en donde permanecía desde entonces. A la espera de los resultados de la necropsia, las lesiones observadas en el ejemplar fueron compatibles con una cardiomiopatía que le provocó un infarto. Los tres cachorros de Barraca comenzaron a matar por ellos mismos la presa sin ser necesario intervenir, si bien, con el fin de que pudieran continuar su período de aprendizaje y sociabilización con un ejemplar adulto, se unieron con la hembra Fernandina que los “adoptó” desde el primer momento en que se unió con ellos. Fernandina no ha criado todavía cachorros propios pero estuvo con su madre Córdoba en la crianza de Granadilla, Grazalema y Gitano y también adoptó a la hembra Jaral cuando esta tuvo que ser separada de su camada debido a los episodios convulsivos que presentaba.