El dos de julio se produjeron dos nuevos partos en el Centro de Cría de la Olivilla. Caña, hembra emparejada con Flecha, ambos procedentes de la población de Sierra Morena y que no quedó gestante en su primer celo, alumbró tres cachorros habiendo quedado gestante tras las cópulas que se produjeron en un segundo celo. Unas horas después,Espina, hembra procedente de la población en libertad de Doñana que había copulado en un celo tardío con Candiles, macho procedente de la población de Sierra Morena, dio a luz dos cachorros. Ambas hembras son primerizas, y esto, unido a las altas temperaturas acaecidas durante esos días propició el abandono inmediato de sus cachorros por parte deEspina, como viene ocurriendo en el Programa con la mayoría de las hembras tras su primer parto. De la misma forma, Caña abandonó desde el primer momento uno de los cachorros que a través de la videovigilancia se detectó más débil. A lo largo de la siguiente semana Caña fue disminuyendo su producción de leche y abandonando progresivamente a sus otros dos cachorros. De esta forma se inició la crí artificial de los cinco cachorros. Lamentablemente, los dos cachorros de Espina y el primero de los de Caña han muerto sucesivamente a pesar de haber hecho todo lo posible por sacarlos adelante, algo que ocurre a menudo con los cachorros abandonados por sus madres que se tratan de criar a mano. Actualmente, el Programa de Cría se encuentra a la espera de recibir los informes de las necropsias de los ejemplares fallecidos realizadas en el Centro de Análisis y Diagnóstico de la Junta de Andalucía. Los otros dos cachorros de Caña (dos hembras) siguen siendo criados artificialmente en el Centro de La Olivilla y han superado las dos semanas de vida.