Para la temporada de cría de 2020 se emparejaron 26 hembras reproductoras. Este número se decidió teniendo en cuenta el espacio disponible en los centros de cría para los dos objetivos principales del programa: por un lado conseguir el mayor número de cachorros posible y por otro, poder prepararlos adecuadamente en los siguientes meses para su liberación al medio natural.

Con el establecimiento de estas 26 parejas, y teniendo en cuenta la tasa de reproducción  de los últimos años, se esperaba obtener entre 37 y 45 cachorros. Finalmente, 20 hembras dieron a luz  a un total de 46 cachorros, de los cuales han sobrevivido al destete 32 cachorros.

Entre las causas de fallecimiento sigue figurando como la más común los abortos antes de fin de gestación. Dos de las hembras que sufrieron abortos son dos hembras primerizas, Macadamia y Nala, que no habían sacado adelante una camada con anterioridad.  No obstante, otras dos hembras primerizas, Omeya y Nota, sí que han conseguido sacar adelante cada una a un cachorro.

Cabe resaltar el fallecimiento de uno de los cachorros de la camada de Omeya, que falleció debido a los daños sufridos durante el periodo de peleas. Este dato mejora el de la temporada pasada, en la que hubo 4 ejemplares en el programa que fallecieron debido a este periodo de agresividad entre cachorros de una camada. Teniendo en cuenta el ejemplar fallecido este año, el número total de bajas debido a las peleas desde 2005 es de 11 cachorros.

Por otro lado, uno de los cachorros de la camada de Nársil y Júpiter falleció a los 53 días de vida. Al realizarle la necropsia se descubrieron  restos vegetales en el aparato respiratorio que le causó una neumonía.

Además de ello, hubo dos hembras, Ceniza y Janes, para las que el test de gestación dio positivo pero ningún cachorro llegó a nacer, y la pareja formada con Odiel no llegó a copular. Además, otras tres hembras, Hechicera, Biznaga y Mochuela, no quedaron gestantes.

Entre los aspectos positivos  que se deben resaltar de esta temporada figuran las 4 hembras de más de 12 años que se han emparejado, de las cuales 4  (Caña, Coscoja, Córdoba y Cynara, todas  con 14 años) han logrado tener descendencia.

En la siguiente tabla se pueden ver los resultados de la temporada  por centro de cría, en la que  se puede ver el número de cachorros por pareja y centro, la proporción de machos y hembras y la causa de fallecimiento de los que no lograron sobrevivir.

Además, en el Centro de cría de Silves, en Portugal, esta temporada se ha intentado la inseminación artificial a dos hembras, Kaida y Fruta, aunque lamentablemente no ha tenido éxito tampoco en esta temporada, por lo que se seguirá trabajando  en la puesta a punto de la técnica en las siguientes temporadas.

De los 32 cachorros que finalmente han salido adelante en el programa, 18 son machos y 14 son hembras. Cabe destacar que ninguno ha mostrado hasta ahora ninguna manifestación de sufrir epilepsia idiopática juvenil ni tampoco criptorquidia. Ambos problemas hacen que no sea recomendable la reproducción de ejemplares que los sufran, para evitar que esos problemas lleguen a la descendencia. Gracias a esta recomendación del Grupo Asesor de Aspectos Genéticos y Demográficos, se ha logrado disminuir su prevalencia en los últimos años. Así, todos los cachorros de esta temporada de 2020 son aptos para la reproducción.

Algunos de estos cachorros, en concreto 5,  se van a quedar rolex replica formando parte del programa de cría en cautividad, debido principalmente al valor genético que pueden aportar al programa. Los 27 restantes están siendo ya entrenados para su reintroducción al medio natural.